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Monfragüe, refugio de nómadas.

El salto del gitano, monfragüe

Monfragüe, refugio de nómadas


Doscientas especies de vertebrados conviven en el parque natural extremeño, el ecosistema más acogedor de la Península


Las gastadas sierras cacereñas de Monfragüe han llegado hasta un nuevo milenio convertidas en uno de los refugios de fauna más importantes de Europa. Salvadas de la roturación y del avance de los eucaliptales, estas tierras se convirtieron en parque natural en 1979, protegiendo al que seguramente es el ecosistema más acogedor de la península Ibérica. Más de dos centenares de especies de vertebrados comparten estas lomas y barrancas cuajadas de encinas y alcornoques, donde la humanizada dehesa ampara a cualquier inquilino que lo desee.

Pero si es abrumador el número y singularidad de la avifauna reproductora entre estos bellotares (buitre negro, águila imperial, cigüeña negra…), no es menos destacable la mención de sus invernantes. Estos predios extremeños arropan, con la llegada del frío, a miles de ejemplares de aves migradoras procedentes del septentrión. Las vocingleras grullas acuden a miles cada año, junto a nutridos bandos nómadas de abubillas, milanos, estorninos, avefrías y torcaces, entre las decenas de especies asentadas en estas lomas hasta la primavera.

Paisaje vivo. Recorrer las cañadas o caminos que surcan las vegas y cerros donde se guarece el río Tajo supone toparse con un paisaje cuajado de vida. Una sola carretera asfaltada atraviesa de norte a sur las ondulaciones del parque de Monfragüe, convertida desde hace años en ruta peregrina de los amantes de la naturaleza que quieren admirar este privilegiado entorno. Sin duda la bicicleta es de las mejores opciones para adentrarse en este recorrido de unos treinta kilómetros.

Punto de salida. La ruta se inicia siguiendo el curso del Tiétar por la carretera CC-911, que se adentra en el parque natural a la vera del mirador –sobre el río– de La Higuerilla, cerca del cortijo de Las Cansinas, hoy centro de recuperación de fauna. La siguiente curva de las aguas desvela otro inmejorable mirador, el de La Báscula, con la silueta de la sierra de Las Corchuelas a su espalda. A cada lado de la estrecha carretera medra un abigarrado sotobosque de jaras, brezos y madroños donde jabalíes y venados ocultan su presencia hasta la caída de la tarde. El siguiente punto de atención se encuentra tras pasar por el antiguo poblado del embalse, en La Tajadilla: un pequeño oteadero al borde del río deja observar, sin ser visto, las idas y venidas de grandes buitres leonados, que tienen en un paredón de la orilla contraria uno de sus descansaderos invernales y zona de nidificación.

El gran Tajo. La remansada corriente continúa silenciosa su trayecto al encuentro con el gran Tajo, mientras la ruta se desvía del cauce hacia el cruce con la carretera C-524, que se tomará con dirección a Torrejón el Rubio. Unos cientos de metros más allá está el único enclave habitado del parque, la aldea de Villareal de San Carlos. La Oficina de Información, el Centro de Interpretación y un pequeño museo etnológico se encuentran aquí, único lugar del parque donde pernoctar o comer.

Puente del Cardenal. La ruta prosigue sinuosa hasta topar con el Tajo en el Puente del Cardenal, vieja construcción de 1450 tragada por las aguas que sólo se deja ver en periodos de sequía. Luego, un puente moderno salva la corriente, cerca de la llamada Fuente del Francés. La carretera discurre aquí colgada a decenas de metros sobre el río, mientras se acerca a la zona más espectacular: el murallón de la Peña Falcón y el estrechamiento del Salto del Gitano. Estos cantiles cuarcíticos acogen en época de nidificación una de las colonias de buitres leonados más notable de España, junto con alimoches, halcones, cigüeñas negras, búhos reales y águilas perdiceras. Por encima de este paraje, con vistas a las inmensas dehesas, se sitúa el castillo árabe de Monfragüe. Desde su torre del homenaje se divisa uno de los panoramas más inolvidables de Extremadura.


GUÍA PRÁCTICA


CÓMO LLEGAR


Desde la autovía N-V (Madrid- Badajoz) se puede tomar en el kilómetro 186 el desvío que lleva a Plasencia por la C-511. Justo antes de cruzar el río Tiétar, una pequeña carretera sale por la izquierda, la CC-911, que acercará al viajero hasta el punto de salida de la ruta, en las inmediaciones del cortijo de Las Cansinas.

LA RUTA


Este recorrido transcurre casi en su totalidad por asfalto, por lo que resulta muy aconsejable realizarlo en bicicleta. Además de alterar en menor medida la vida de los inquilinos de estos montes, es fácil de compaginar con otros trayectos a pie que llevan a lugares tan emblemáticos como el castillo de Monfragüe, el cerro Gimio o la Fuente del Francés. Los prismáticos son imprescindibles si se quieren observar los primeros escarceos amorosos de los grandes buitres, que inician su celo en el mes de enero. El itinerario tiene una longitud de algo más de treinta kilómetros, entre ida y vuelta.

DORMIR


En Malpartida de Plasencia

La Posada de Amonaria (927 45 94 46). Nuestra Señora de la Luz, 7.

En Torrejón el Rubio

Hospedería Parque de Monfragüe (927 45 52 45). Ctra. Plasencia-Trujillo, kilómetro 39,100.


En Villarreal de San Carlos

Restaurante Casa Paqui (927 19 90 02). Situado junto al centro de información del parque. Su cocina es casera, carnes de la región, caldereta de cabrito y otros.

En Torrejón el Rubio

Restaurante Carvajal (927 45 52 54). Cocina elaborada con productos de la matanza extremeña. Paseo de Pizarro, 54.

INFORMACIÓN


Centro de información del parque natural (927 19 91 34). En Villarreal de San Carlos.
Centro de informacióN Ambiental y albergue La Dehesa (927 45 50 96). Gabriel y Galán, 17. En Torrejón el Rubio.

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